Aproximaciones conceptuales para una metodología participativa.-


Claudio Esteban Merino Jara
Asistente Social
Licenciado en Trabajo Social
Mención en Desarrollo Rural
Magíster© en Economía y Gestión Regional.
__________________________
__________________________

Es importante destacar que este apartado, no tiene la ambición de generar un concepto nuevo de lo que ya se conoce respecto a las metodologías participativas, no obstante su objetivo es reflexionar de la forma como se utilizan en Chile dentro del contexto socio-profesional actual.

Las metodologías participativas cumplen un rol importante en la generación de cambios sociales, debido a que los sujetos son participantes activos de las transformaciones sociales, además, minimiza el sesgo del especialista (al menos en teoría) de imponer su visión sobre los actores que vivencian una realidad particular. No obstante, su aplicación todavía no es totalmente difundida, sobre todo por la ideología liberadora que persiguen, debido a que todavía existe un egocentrismo institucional y profesional que se valida por aquellos roles que cumplen socialmente y no por los procesos de acción que ayudan a desarrollar junto con los actores sociales, agravándose esta situación el pseudo discurso participativo que se observa en los documentos que se contrastan con la realidad.

Por otra parte, es importante destacar que las metodologías participativas constituyen enfoques que van más allá de las situaciones lúdicas, por que buscan una revaloración de las personas como entes capaces de acción y diagnosis, buscando el empoderamiento de los sujetos, generando capital social que se utiliza como insumo dentro de las acciones emancipadoras que operan bajo una clara ideología, política-social.

Los enfoques participativos, en cierta forma se observan obstaculizados por factores socioculturales arraigados en la sociedad chilena, debido a que existe una profunda valoración positiva sobre el perfeccionamiento profesional y disciplinario, creencia que juega en contra de los procesos de desarrollo porque las personas que promueven cambios sociales son "profesionales" cuyo objeto de intervención frecuentemente tiene un conocimiento ligado al conocimiento vulgar, construcción social que se observa ridiculizada por el auge del conocimiento científico. Por esta razón, las metodologías participativas son útiles en la medida que los profesionales de la acción sean humildes en su postura con los sujetos de cambio, validando sus creencias en todas las áreas que involucra el ser humano.

Por otra parte el rol que cumple las teorías sociales, como abstracciones de las áreas del ser humano, solamente constituyen orientadores teóricos fragmentarios que necesariamente deben ser unificados por la multidimensionalidad de las necesidades de las personas.

Las metodologías adoptan algunos elementos de la teoría para orientar su accionar, paradojalmente, las metodologías solo constituyen estructuras participativas en la medida que se es conciente que solo constituyen lineamientos generales para la acción y no orientadores dogmáticos de procedimientos que condicionan la realidad para constextualizarla en argumentos teóricos, epistemológicos y metodológicos; ya sea, por el estatus que genera en el interventor utilizar un argumento vanguardista o simplemente para validarse frente a sus pares, situación que es síntoma del auge y capitalismo intelectual, invisivilizando la verdadera función de los métodos participativos: validar y tratar humanamente a las personas dentro del contexto de sus creencias, mitologías y relaciones sociales.

Un planteamiento clave para tener una aproximación de las metodologías participativas implica concebir la realidad como una construcción social, debido a que ayuda a minimizar la rigidez de las estructuras sociales y por otra parte permite comprender que los códigos semanticos insertos en cada estructura difieren radicalmente de otros debido a que solo se pueden comprender desde el propio contexto en el cual nacen.

Observar los procesos socioculturales, incluyendo al lenguaje, permite comprender las estructuras dialogicas en las cuales los actores sociales establecen sus procesos de acción teniendo como trasfondo contextualizador al mundo de la vida. Por esta razón, las metodologías implicaran un grado de participación mayor en la medida que los procesos de desarrollo tengan un sustento que minimice la inducción y el reduccionismo que por la herencia de la objetividad conlleva a un modelo aséptico en el que el grado de involucramiento es mínimo, derivándose de esto relaciones de poder asimétricas que a un nivel ontológicos permiten obtener un primer alcance de un proceso no participativo.

Al establecer un proceso participativo en el que se establece una acción comunicativa, permite la posibilidad de generar una construcción social en el que los procesos de desarrollo surgen como construcciones sociales entre los especialistas y los pobladores, tal acción, implica que en su interacción construyen un mundo de la vida que minimiza los objetivismos fácticos y evolucionan a un consenso de subjetividades que a medida que se validen ontológicamente constituyen un plano consensuado y por ende objetivo dentro del contexto que enmarca la interacción.

Este proceso participativo construido socialmente implica además, ceder espacios de poder en el que los especialistas delegan parte de su rol protagónico convirtiéndose en facilitador de la acción, dejando entre paréntesis sus prejuicios, conocimientos y carga valorica con la finalidad de comprender la realidad desde el actor local, debido a que los conocimientos del especialista no tienen correlación con el sentido común y ritunario de la realidad social.

En la medida que el especialista a nivel fenomenológico tiene claro cuales son los aspectos habilitantes y obstaculizadores de la estructura social del actor, puede adoptar una actitud fenomenológica en que los procesos participativos se elaboran sobre la base de la comprensión y no por la imposición del especialista por poseer un conocimiento técnico metodológico. Desde la perspectiva comprensiva se establecen consensos entre actores en el que se establecen encuadres que facilitan la interacción de actores pertenecientes a distintas estructuras sociales.